martes, 13 de octubre de 2015

Aguas: conspiranoicas feminazis en el Nobel de literatura

Se le ha otorgado el Nobel de literatura a una periodista, como si hubiera muchos premios de literatura y como si los múltiples y millonarios premios de los periodistas también tuvieran esa generosidad. Olvidando la conspiranoica feminización del Nobel, había más candidatas en el mundo que si hacen literatura, no 'entertaimentviu' como es el género por el que quiere dialogar Svetlana Alexievitch, pero su dialogo se queda en un chateo con las conspiranoicas del jurado cada vez más desprestigiado de las muchachitas suecas del Nobel, que sin tradición ni escuela se atreven a transgredir una escolástica.

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 "Martes 13 10 15 | 9:35
SECCIONES
ENTRETENIMIENTO
ABSURDO, EL NOBEL PARA SVETLANA ALEXIEVICH
 La Academia Sueca confunde 
el empirismo con la ficción

Por: Marcial Fernández Domingo 11 10 15
“El periodismo es literatura bajo presión”, decía Fernando Benítez. Mentira. Si bien ambos oficios, el del periodista y el del escritor, utilizan la palabra como vehículo de expresión, sus medios y fines son absolutamente distintos. El primero se vale del empirismo para encontrar certezas, mientras que el segundo recurre a la ficción para descubrir epifanías.
Al respecto, Theóphile Gautier señaló sobre Honoré de Balzac: “tenía miedo de la facilidad y no creía que un trabajo rápido pudiera ser bueno. Desde ese punto de vista, el periodismo le repugnaba, considerándolo una pérdida de tiempo y talento para consagrarse. Así, tampoco quería a los periodistas y, siendo él tan buen crítico, menospreciaba la crítica”.
Gustave Flaubert, por su parte, pareciera confirmar las premisas de Balzac: algunos escritores “han ingresado a un diario, y helos ahí apoyando con su nombre inmortal teorías efímeras. Trabajan para echar abajo algún ministro que caería sin ellos, cuando podrían con un solo verso satírico cubrir su nombre de eterno oprobio. Se ocupan de impuestos, de aduanas, de leyes, de paz y de guerra. ¡Qué pequeño es esto! ¡Qué pasajero! ¡Cuán falto y relativo! Se animan con estas miserias, gritan contra los rateros, se entusiasman con las buenas acciones, se compadecen de cada inocente asesinado, de cada perro aplastado, como si (dichos escritores) hubieran venido al mundo para esto”.
Flaubert puntualizó: “Es más hermoso, a mi entender, hacer latir el corazón de las generaciones a varios siglos de distancia y llenarlos de goces puros”.
Tales apuntes, sin embargo, son un tanto exagerados, pues ambos oficios se pueden valer de los recursos del otro. A la crónica, por ejemplo, si se le da tratamiento de cuento, se vuelve casi una prima-hermana de lo literario, como también la literatura puede abrevar de lo periodístico, como Lawrence Durrel confesó: “Los estilistas me han enseñado la economía, que es algo yo necesitaba con urgencia. Siendo exuberante por naturaleza, probablemente he aprendido más de los escritores que no he imitado. Ellos me enseñaron, de la misma manera que el periodismo, a poner el hecho más importante en la primera oración, un truco sencillo”.
Agregaría: “una de las cosas que enseña a escribir bajo presión en el mundo periodístico es la concisión, que es inestimable, y también se aprende a trabajar a plazo fijo”.
Gabriel García Márquez, que amaba ambas profesiones, dijo: “Siempre he estado convencido de que mi verdadera profesión es ser periodista. No creo que exista ninguna diferencia (entre periodismo y literatura). Las fuentes son las mismas, el material es el mismo, los recursos y el lenguaje son los mismos. En periodismo un sólo hecho falso perjudica toda la obra. Por el contrario en la ficción, un sólo hecho verdadero da legitimidad a toda la obra. Esa es la única diferencia, y depende del grado de compromiso del escritor. Un novelista puede hacer lo que se le antoje siempre que consiga que la gente le crea. Creo que la influencia es recíproca. La ficción ha mejorado mi trabajo periodístico porque le ha dado valor literario. El periodismo ha mejorado mi trabajo de ficción porque ha servido para mantenerme en contacto con la realidad”.
Pero a nadie se le hubiera ocurrido darle el premio Nobel a García Márquez por su trabajo periodístico, así aclamara que el periodismo es el mayor de los géneros literarios. La pregunta entonces es: ¿Por qué la Academia Sueca premió con el Nobel de Literatura 2015 a la periodista bielorrusa Svetlana Alexievich? Sara Daniuis, miembro del jurado, explicó: “siempre he sido bastante flexible a la hora de considerar qué es literatura”, cosa tan absurda como si se premiara a Cien años de soledad con galardones periodísticos y no literarios."

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