martes, 20 de octubre de 2015

La Saga de los Naguales

Por Mario Ramirez Centeno

Definición
"La Saga de los Naguales", se refiere a las obras realizadas de los sesentas a la fecha de distintos autores entre los que destaca Carlos Castaneda, antropólogo de origen peruano alrededor de los cuales se ha creado un culto específico y que se considera como el más influyente autor de la hoy llamada New Age, si no como fundador de la misma. A esta saga también se llama de la Toltequidad o del Nagualismo o del Chamanismo Mexicano. Básicamente es la constancia de la enseñanza-aprendizaje de distintos aspectos de la brujería o conocimientos del chamanismo mexicano en un género de ensayo novelado que en un formato de notas de trabajo de campo, en los primeros libros y después convertido en novelas de situaciones, nos muestra un aspecto de lo que era la antigua civilización mesoamericana.
Los Naguales son los líderes de grupos de chamanes que se lanzan a la práctica del chamanismo - no confundir con "nagual" o brujo transformado en animal o "el nagual" como la segunda atención o segundo anillo del poder - y son los encargados de organizar distintas acciones de chamanismo que van transformando a los discípulos primero en cazadores abstractos, después en guerreros abstractos, luego en videntes y después se derivan en especializaciones según sus prácticas abstractas como son los acechadores, los ensoñadores, los propios y exploradores o los benefactores o nuevos Naguales. "La Saga de los Naguales" trata entonces de toda la epopeya de la dinastía de Naguales de la que forma parte Don Juan Matus, el maestro de Carlos Castaneda y la enseñanza de estos conocimientos a los aprendices. Otros autores de esta saga la componen autores europeos, norteamericanos, mexicanos y sudamericanos. Destacan Florinda Donner Grau y Taisha Abelar, entre otros.

Análisis dialéctico
La contradicción principal se da entre Don Juan Matus, el maestro y Nagual - con toda la carga civilizatoria de una Mesoamérica que parece olvidada pero se halla viva en él - y Carlos Castaneda, el antropólogo aprendiz de brujería con todas sus trabas de personalidad forjadas y estimuladas por la civilización occidental, por su vida académica en la Universidad de California Los Angeles - UCLA - y la vida cotidiana por el continente. Esto genera una tensión a todo lo largo de la saga y se traduce en la contradicción Nagual-Tonal, personificadas por el maestro Nagual que le quiere hacer entender "el nagual" al aferrado aprendiz que personifica al "tonal". Esto obliga al maestro a iniciarlo en las "plantas de poder" para romper el aferramiento al "tonal" del aprendiz hasta hacerlo experimentar "el nagual". Esta tensión va generando los cambios cualitativos de Carlos Castañeda y que lo llevan a convertirse en el "Nagual de tres puntas" de una nueva dinastía de chamanes - derivada de la dinastía del "Nagual de cuatro puntas" de Don Juan Matus-.

Análisis cultural
Nuestro marco teórico es el de "La teoría de las culturas vivas" y en el se plantea que el arte es una expresión cultivada de la cultura y "La Saga de los Naguales" se enclava perfectamente en la circunscripción de la cultura-madre de mesoamérica, aquella que fue llamada la Toltecáyotl por algunos antropólogos y que es aquello que hace que halla tantos paralelismos en la misma mesoamérica. De igual manera a lo largo de la saga hay un interés de contextualizar con el devenir histórico los hechos de la dinastía de Naguales de Don Juan Matus. De esa manera se inscribe en la memoria colectiva de la cultura mesoamericana y explica parte de la cosmogonía y cosmovisión de esta misma mesoamerica. En el campo ya de la utopía ni aspira a un cambio ni a un dominio del "nagualismo" sino al buen deseo de que la humanidad recupere el "viaje" y pueda existir en las "tres atenciones". Todo ello la hace ser una serie de obras que fomentan la Identidad mesoamericana. Por lo que su carácter de Expresión de la culturas vivas de la civilización mesoamericana del pasado y del presente esta perfectamente justificada.

Análisis histórico
Sin entrar en la discusión de si es antropología o ficción su género de ensayo novelado con formato de notas de campo antropológicas, se inscribe en una literatura posmoderna que generó ventas millonarias a este género naciente en los sesentas y le dio acta de nacimiento al "new age" que aún se mantiene en el mundo, a pesar del disgusto que mostraba Carlos Castaneda con el mote de "padre de la new age". Aunque el hippismo lo adoptó como uno de sus ideólogos, esta saga ha trascendido incluso al mismo culto que lo mantiene vivo a 45 años después de la primera publicación. Tal vez porque si se encuentra enclavada en la herencia viva de la civilización mesoamericana.

Análisis social
Es un fenómeno de ventas millonarias que coincide con muchas lecturas piratas en Internet; ha generado un culto mundial; es la ideología de muchos otros cultos tanto de arte como religiosos o espirituales; tiene sistemas prácticos espirituales y físicos como la recapitulación y la tensegridad; líderes mundiales han reconocido su influencia; y ha impactado en distintas clases sociales. "La Saga de los Naguales" ha desarrollado una presencia cultural desde el arte que ha influido en muchos campos más del esfuerzo civilizatorio actual.

Bibliografía
Tronco común de la saga
Carlos Castaneda
1. Las enseñanzas de Don Juan
2. Una realidad aparte
3. El viaje a Ixtlán
4. El segundo anillo del poder
5. Relatos de poder
6. El don del águila
7. El fuego interno
8. El arte del ensueño
9. El conocimiento silencioso
10. La rueda del tiempo
11. El lado activo del infinito
12. Pases mágicos

Algunos títulos adicionales de la saga
Taisha Abelar
1. Donde cruzan los brujos
Florinda Donner-Grau
1. Shabono
2. El sueño de la bruja
3. Ser en el ensueño
Aunque todos se hallan gratis en Internet, recomendamos su adquisición pues hay toda una estructura editorial detrás que sostiene a una parte de equipos que promueve en el mundo los contenidos del conocimiento de los Naguales.

Recursos en la red
www.cleargreen.com*
www.beingenergy.com
video de tensegridad
BBC de londres habla de Carlos Castaneda





lunes, 19 de octubre de 2015

Elementos actuales de la crítica de arte


Por Mario Ramirez Centeno
Existen distintos tipos de crítica de arte que van desde fichas de recomendaciones, reseñas o análisis basados puramente en el gusto de cada comentador - y que son los que más abundan en Internet - y en nada más, hasta verdaderos tratados de estética que usan como base un marco estético, cuando menos como marco referencial y aquellos más profundos un marco metodológico o teórico que les aclare aquellos aspectos de la obra analizada en cuestión. Todos son válidos mientras definan sus bases y marcos en los que descansa y que no busquen engañar o sorprender con ataques viscerales con el único objetivo de dañar prestigios u obra de algún autor, autores, escuela, tendencia o funcionario cultural en turno.
Las opiniones basadas en el gusto no son propiamente "crítica" pues el gusto no puede ser analizado porque se basa únicamente en las modas, tendencias de compradores o coleccionistas, ingresos de ventas y criterios diversos no estéticos o no importantes a la hora de un estudio trascendente. Aunque hay coleccionismo y funcionarios que norman sus selecciones y actividades en el puro "gusto", este puede ser un gusto educado en algún aspecto de la cultura y el arte o de la "crítica" con más bases.
Hasta mediados del siglo pasado la "crítica" se basaba en dos obras cumbre "La crítica del Juicio" de Inmanuel Kant y "El nacimiento de la tragedia del espíritu de la música" de Friedrich Nietzsche, pues la estética siempre fue una rama de estudio de la filosofía. Quienes todavía normen sus criterios y juicios estéticos en estos autores u otros previos como los estetas griegos, son válidos si se aplican al arte que se produjo en aquellas épocas y si lo referencian.
A mediados del siglo pasado se produjo una revolución en las artes, pues con el avance del industrialismo y el avance de la tecnologîa y su relación con las artes, en vez de arrollarlas las envolvió y les dio un nuevo empuje que las democratizó por una parte, y por la otra cambió muchos de sus paradigmas. Escritos como los de Walter Benjamín y obra como la de John Cage presentaron nuevos formatos y reconceptualizaciones del arte que ha producido obras notables y a la que han enfocado sus baterías artistas contemporáneos y coleccionistas de arte que apenas hasta hace poco se están reflejando en los coleccionismo oficiales de México y Latinoamérica. La posmodernia y la deconstrucción fueron los métodos de la crítica y sus marcos referenciales se basaban en escritos posteriores a la segunda guerra mundial, con parámetros como que "nadie sigue a nadie", "los paradigmas del arte están en revisión" y formatos como los de la "Performance" o la "Installation" o el libro de autor pero avanzando en piezas multidisciplinarias interesantes se llegó a una "crítica de arte" desdibujada un tanto de la obra de autor o de la curaduría.
En este Blog haremos fichas de crítica de arte por el tamaño estrecho que tiene y estas serán de reseñas, noticias, recomendaciones y análisis pero con marcos teóricos distintos a otro tipo de crítica, pues este será de crítica dialéctica, cultural, histórica y social que es lo que define metodológica y teóricamente a la "crítica de la imaginación".

martes, 13 de octubre de 2015

Aguas: conspiranoicas feminazis en el Nobel de literatura

Se le ha otorgado el Nobel de literatura a una periodista, como si hubiera muchos premios de literatura y como si los múltiples y millonarios premios de los periodistas también tuvieran esa generosidad. Olvidando la conspiranoica feminización del Nobel, había más candidatas en el mundo que si hacen literatura, no 'entertaimentviu' como es el género por el que quiere dialogar Svetlana Alexievitch, pero su dialogo se queda en un chateo con las conspiranoicas del jurado cada vez más desprestigiado de las muchachitas suecas del Nobel, que sin tradición ni escuela se atreven a transgredir una escolástica.

Ver
 "Martes 13 10 15 | 9:35
SECCIONES
ENTRETENIMIENTO
ABSURDO, EL NOBEL PARA SVETLANA ALEXIEVICH
 La Academia Sueca confunde 
el empirismo con la ficción

Por: Marcial Fernández Domingo 11 10 15
“El periodismo es literatura bajo presión”, decía Fernando Benítez. Mentira. Si bien ambos oficios, el del periodista y el del escritor, utilizan la palabra como vehículo de expresión, sus medios y fines son absolutamente distintos. El primero se vale del empirismo para encontrar certezas, mientras que el segundo recurre a la ficción para descubrir epifanías.
Al respecto, Theóphile Gautier señaló sobre Honoré de Balzac: “tenía miedo de la facilidad y no creía que un trabajo rápido pudiera ser bueno. Desde ese punto de vista, el periodismo le repugnaba, considerándolo una pérdida de tiempo y talento para consagrarse. Así, tampoco quería a los periodistas y, siendo él tan buen crítico, menospreciaba la crítica”.
Gustave Flaubert, por su parte, pareciera confirmar las premisas de Balzac: algunos escritores “han ingresado a un diario, y helos ahí apoyando con su nombre inmortal teorías efímeras. Trabajan para echar abajo algún ministro que caería sin ellos, cuando podrían con un solo verso satírico cubrir su nombre de eterno oprobio. Se ocupan de impuestos, de aduanas, de leyes, de paz y de guerra. ¡Qué pequeño es esto! ¡Qué pasajero! ¡Cuán falto y relativo! Se animan con estas miserias, gritan contra los rateros, se entusiasman con las buenas acciones, se compadecen de cada inocente asesinado, de cada perro aplastado, como si (dichos escritores) hubieran venido al mundo para esto”.
Flaubert puntualizó: “Es más hermoso, a mi entender, hacer latir el corazón de las generaciones a varios siglos de distancia y llenarlos de goces puros”.
Tales apuntes, sin embargo, son un tanto exagerados, pues ambos oficios se pueden valer de los recursos del otro. A la crónica, por ejemplo, si se le da tratamiento de cuento, se vuelve casi una prima-hermana de lo literario, como también la literatura puede abrevar de lo periodístico, como Lawrence Durrel confesó: “Los estilistas me han enseñado la economía, que es algo yo necesitaba con urgencia. Siendo exuberante por naturaleza, probablemente he aprendido más de los escritores que no he imitado. Ellos me enseñaron, de la misma manera que el periodismo, a poner el hecho más importante en la primera oración, un truco sencillo”.
Agregaría: “una de las cosas que enseña a escribir bajo presión en el mundo periodístico es la concisión, que es inestimable, y también se aprende a trabajar a plazo fijo”.
Gabriel García Márquez, que amaba ambas profesiones, dijo: “Siempre he estado convencido de que mi verdadera profesión es ser periodista. No creo que exista ninguna diferencia (entre periodismo y literatura). Las fuentes son las mismas, el material es el mismo, los recursos y el lenguaje son los mismos. En periodismo un sólo hecho falso perjudica toda la obra. Por el contrario en la ficción, un sólo hecho verdadero da legitimidad a toda la obra. Esa es la única diferencia, y depende del grado de compromiso del escritor. Un novelista puede hacer lo que se le antoje siempre que consiga que la gente le crea. Creo que la influencia es recíproca. La ficción ha mejorado mi trabajo periodístico porque le ha dado valor literario. El periodismo ha mejorado mi trabajo de ficción porque ha servido para mantenerme en contacto con la realidad”.
Pero a nadie se le hubiera ocurrido darle el premio Nobel a García Márquez por su trabajo periodístico, así aclamara que el periodismo es el mayor de los géneros literarios. La pregunta entonces es: ¿Por qué la Academia Sueca premió con el Nobel de Literatura 2015 a la periodista bielorrusa Svetlana Alexievich? Sara Daniuis, miembro del jurado, explicó: “siempre he sido bastante flexible a la hora de considerar qué es literatura”, cosa tan absurda como si se premiara a Cien años de soledad con galardones periodísticos y no literarios."